No suelo poner crónicas pero lo ocurrido ayer se merece una excepción.
Me fui con seis colegas, avezados endureros casi todos menos uno, que se apuntó por equivocación, a la Alpedrete Xtrem. Una vez más esta ruta se ha vuelto a revindicar como el “Infierno de la Sierra Pobre” no apta para amantes del rally, ni para grupos numerosos.
Empezamos con avería mecánica en el primer tramo técnico. Uno perdió un tornillo de la pinza delantera. Reparamos embridando la pinza y continuamos la subida, una vez terminados los 18 km de subida inicial, todos nos calzamos las protecciones , menos el despistado, e iniciamos el descenso. En el primer tramo de descenso, explosión de mi rueda trasera.
Venía tocada de la ruta del sábado y sonó como un disparo, dejándome un boquete en el flanco de la cubierta del tamaño de una moneda de 500 ptas. Reparación Magiver con trozos de cámara por dentro y otro por fuera a modo de lazo para darle consistencia y abandono. Tuve que remontar andando unos 200 metros de desnivel hasta la pista y hacerme el retorno, unos 22 km , con la cubierta de la manera… Conmigo se vino el despistado. Los cinco restantes continuaron con el hándicap de que ninguno conocía bien el recorrido. Resultado, nuevo record de permanencia en ruta, sufrieron otro reventón, el barro, la niebla y una vuelta extra de 10km que les hizo llegar al coche a las 4:30.
Y pensar que esta ruta me la he llegado a hacer yo solo más de una vez, alguna de ellas por semana al salir de jornada continua en verano, AH!!! Juventud divino tesoro …