El Pijama
¿Cada cuánto hay que echar a lavar un pijama? ¡Eso no lo saben ni las madres!
No sabemos nada de los pijamas. ¿Qué sabemos? Que son para regalar... y que no sirven para dormir. Los botones no te dejan, que se clavan. Se han dado casos de gente que se ha quedado dormida y se los han tenido que extirpar.
Yo creo que si tuviéramos que comprar nuestros propios pijamas, los elegiríamos sin botones. Pero como son un regalo, decimos: "Es pa' otro. ¡Bah! Que se joda!". Por esa regla de tres podrían hacer, para regalo... ¡tampax de mimbre! Son pa'otro...
Por eso los jóvenes tenemos nuestros propios pijamas: el calzoncillo y la cami seta vieja. Sí, es uno de los logros de nuestra generación, meternos en la cama con cualquier cosa.
El problema es: ¿Vale cualquier camiseta para camiseta de pijama? ¿Cómo se elige una camiseta de pijama? ¿Ha de tener alguna virtud? ¡Sí! Tiene que ser fea. Como de propaganda de comercia local: "Andamiajes Corrochano", ¡perfecta! Esa la tocas y ya te entra sueño...
Pero hay otra vía para que una camiseta llegue a camiseta de pijama... Una noche, se queda tu novia a dormir en tu casa, coge tu camiseta favorita, la de Britney Spears, y con total impunidad te dice: "Te cojo esto pa' dormir". Y duerme con ella. Y esa camiseta ya no vuelve a ser la misma.
En cuanto una camiseta pasa una noche como camiseta de pijama... pierde la inocencia... se queda como triste... La miras y dices: "Britney, te veo mala cara". Y te dice: "Ya, es que he pasado mala noche...".
Claro, por eso hay que conocer muy bien el "ciclo de vida de la camiseta": ¿Cuántas veces hay que ponerse una camiseta para que pase a camiseta de pijama? ¿Y cuántas noches ha de pasar como camiseta de pijama para que pase a limpiar cristales? Y lo que es más triste: ¿Cuántos cristales ha de limpiar una camiseta de pijama para que pase a trapito de los zapatos? Que eso ya es lo último, es poner la camiseta a la altura del betún.
Yo, en mi afán de investigación, he llegado a dormir con camisón. Me decía mi madre: "Luisiño, ¿qué haces con el camisón". "Madre, afán de investigación". Y el camisón es lo más incómodo que hay para dormir. Te metes en la cama y se te sube hasta los sobacos... se te queda de bufanda.
Pero esto no es lo peor. Lo peor es cuando te quieres dar la vuelta... porque te estruja... Te hace un estrangulamiento aquí, a la altura de la cintura... Es lo denominado como "efecto Twister". Es un peligro porque si insistes, insistes e insistes... Hay gente que se ha llegado a dividir en dos... "Mitosis", se llama...
Investigando, yo he hecho la prueba, y la única manera de darse la vuelta con un camisón, es esta: abrir mucho las piernas para que se tense la tela. Y entonces empezar a dar botecitos, y cuando has cogido altura
suficiente te das la vuelta co mo una tortilla. Pero mucho cuidado con caer encima de un señor con pijama porque te clavas en sus botones y te
mueres. Se han dado casos.