Y. . . me pasó.
El Sábado dia de reyes de la forma mas tonta , planeando se me va la racha me paro, una graciosa ola me hunde la proa, abro vela para no caerme de espaldas y al estar con la proa bajo el agua y la vela abierta me entró una racha de la leche , me tiró con una "catapulta revoleá" (como diría nuestro amigo el Cap Haddock) y caí paralelo a la tabla con la vela encima y con una vuelta en los cabos de arnés y enganchado en el agua . Por mas que tiraba no conseguía desengancharme el gancho a la altura de los genitales forzado al máximo ( llevo arnés gravity de Gun con suelta rápida o automática) estiré los brazos por detrás de la cabeza lo que pude y conseguí sacar la cabeza ,arrugando la vela por la parte entre el puño de escota y el pié de mástil, lo justito para respirar y pensar.(creo que ese fué mi verdadero regalo de reyes)
No había forma de que el arnés cediera esos milímetros que te permiten accionar la suelta rápida ni para desengancharme de la vuelta del cabo de arnés. Con el brazo derecho giré la tabla para ponerla bien, estaba con el alerón apuntando al cielo, me permitió sacar el puño de escota un poco del agua y casi sacando un medio waterstart conmigo enganchado conseguí darme la vuelta y desengancharme.
Moralejas
1º Aunque baje la racha no confiarse ni un segundo y desengancharse enseguida si ves que la proa se hunde
2º Poner en la posición correcta los cabos de arnés bien apretados en la botabara
3º El casco de Eva o de cualquier material, fundamental
4º ya me he hecho con un cuchillo de submarinista de hoja pequeña con su funda y lo llevo en el arnés, para que dado el caso, si llego a ir con una vela mayor no saco la cabeza, hacer una raja al monofilm y sacar la cabeza. Es una medida muy drástica pero no le deseo esa experiencia a nadie
5º salir a navegar otra vez enseguida con todos los nervios en tensión para ver que me pasó por un exceso de confianza,
No es agradable recordar esos momentos pero si sirve para alguien, lo doy por bueno
Tened cuidado el exceso de confianza, lo afirmo, es nuestro peor enemigo.