Bueno, pues aqui estoy, iba a esperar a tener toda la crónica completa en mi blog, pero después de estar ayer 3 horas escribiendo, hoy en 3 minutos, mi hija Laura me ha borrado todo lo que llevaba escrito
.
Pues allá voy con una crónica resumida:
El viaje:
Todo perfecto por la A2 hasta que nos dimos cuenta que nos habíamos pasado la salida de Molina en unos 30km
, asi que media vuelta y tras abandonar la autopista, también abandonamos el buen tiempo, una niebla del copon, pero bueno, nos situamos estratégicamente detrás de un camión que no iba a mal ritmo y la cosa se aguanto bien, en la A23, también buen ritmo, pero al desviarnos hacia Javalambre, comenzó el INFIERNO TUROLENSE, posiblemente hayan sido los 20km mas largos y complicados de mi vida, una niebla que no se veía casi ni el morro del coche, la carretera estrecha y sin saber si realmente ibamos en la direcion correcta, ya que de pasar un cartel indicativo no estabamos seguros de poder verlo. Segun subimos la cosa se complica mas, empieza a aparecer la nieve en la carretera y ya no sabemos que es carretera y que precipicio (o lo que quiera que haya a los lados).... en ese momento nos acordamos mucho de ti Luki . Acabamos siguiendo las rodadas de un vehículo que ha debido pasar hacia poco tiempo, y resulto ser las de un vehículo que se había equivocado y andaba perdido buscando el refugio, estábamos ya a pocos metros de la entrada al parking de la estación, pero seguíamos sin ver absolutamente nada, otras rodadas nos guían hacia una explanada y resultan ser de una furgoneta que esta estacionada, hemos tardado mas de una hora, y yo ya no puedo mas, así que decidimos parar allí mismo. Jesús sale a ojear el terreno y se acerca a unas luces, que resultan ser el plano de pistas luminoso, pero aun al lado de la propia estación, la niebla le impide ver el edificio. Les preguntamos a los de la furgoneta y nos comentan que efectivamente estamos en el parking y muy bien situados, así que no hay razón para moverse ya de allí.
El ski el sábado:
Para mi y las niñas, las pistas perfectas, algo cortas pero con la inclinación justa, no había mucha gente, asi que tampoco tardábamos mucho en coger los remontes (excepto el arrastre de Sabina, que requería unos 5-10 minutos de espera), al final ni yo ni Arancha nos tiramos por el muro, pero si Jesús, Paula y Laura, pero nos dijeron que no merecía la pena, mucha placa, asi que nosotros ni lo intentamos. La verdad es que mis hijas y yo disfrutamos mucho, pues las bajadas no son nada exigentes y la nieve estaba muy bien (mucho mejor que la de Formigal estas Navidades). A Jesus y Paula, se le quedaba pequeña la estación, ya que en cuanto le cogían el gustillo a una bajada, ya se había terminado la pista, pero por lo menos les sirvió para quitarse el mono, y de paso darle unas nociones a las niñas, principalmente a Arancha para quitarle la cuña, y que al final casi lo consigue. Total unas 6 horas de "glisse".
El ski el domingo:
Abortamos el salir a esquiar el domingo por mal tiempo
La metereologia:
Aparte de la niebla del viaje, el sábado amaneció completamente nublado, pero sin excesiva sensación de frío, no hacia viento, asi que adquirimos los forfaits y los equipos para 2 días, ya que el dia soleado y bueno iba a ser el domingo, y el sábado aunque nublado, no había razón para no intentrlo. La verdad es que es curioso eso de esquiar en la niebla, a media mañana todavía no sabíamos lo que nos rodeaba. Por la tarde comenzó el viento, y ya por la noche se lío parda: viento, nieve, mas viento, mas nieve,... total, que cuando nos levantamos la cosa seguía chunga, y por decisión popular decidimos abortar nuestro segundo dia de esqui (nos hicieron ticket por el alquiler de material de un dia y el forfaits nos vale para otra ocasión, asi que no perdíamos nada). Asi que despues de venderle una bombona de butano a un pobre hombre que se habia quedado sin calefacción a mitad de la noche con toda la familia pelada de frío, y de descongelar los cristales de la Autocaravana (por dentro), nos fuimos a Albarracin a conocer el pueblo y de allí, regreso a casa.
En definitiva:
Una estación muy divertida, y ya conociendola la próxima vez será mas fácil llegar, y gracias a la compañía de Jesus
no me dio un jamacuco allí mismo.
Glub, perdón por el rollo,.... creo que no me dejo nada