Yo he volado en parapente durante unos cuantos años. Lo vi por primera vez hace muchos años en Francia y al año siguiente ya estaba volando, se puede decir que casi fui de los pioneros en ese deporte en España.
He tenido 4 parapentes y he volado tanto en zonas de escuela como en montaña (zona del Pais Vasco, Picos de Europa, Pirineos, Alpes), en vuelo dinámico y en térmico. Los últimos 2 años que volé también lo simultaneé con el windsurf.
Como deporte, evidentemente es un deporte de riesgo, pero no se producen tantos accidentes como la gente piensa, aunque hay una máxima que a mi siempre me ha gustado tener en cuenta: "más vale estar abajo queriendo estar arriba, que estar arriba queriendo estar abajo". Con esto sólo quiero decir que evidentemente un problema en vuelo es un problema serio.
Cuando empecé a volar ni siquiera llevaba paracaidas de emergencia (no había), luego los parapentes se hicieron más voladores (mayor fineza), seguros, empezó a haber homologaciones, se perfeccionaron las sillas de vuelo (yo llegué a volar en mis primeros vuelos con el arnés de escalada), había más instrumentos (anemómetro, variómetro...), se usan paracaidas de emergencia, etc. Con ello ahora el vuelo en parapente es mucho más seguro, aunque siempre hay que estar muy atento a las condiciones climatológicas e informarse de las condiciones de vuelo si no conocemos la zona.
Aún así el riesgo está ahí, por mucho que lleves un paracaidas de seguridad, si tienes un problema serio a unos 50 metros del suelo, es difícil que tengas tiempo de lanzar el paracaidas, que éste se abra y te pare la caida. Evidentemente, aunque tengas una plegada no empiezas a caer como una piedra, la parte que te queda abierta del parapente normalmente te permite seguir volando, aunque el parapente intentará girar en la dirección de la plegada y si no se controla (contrarestar el giro e intentar abrir la parte plegada) puede entrar en barrena. Dependiendo del tipo de homologación del parapente, algunos incluso se abrirían sin intervención del piloto, pero eso es algo que personalmente nunca he llegado a probar, cuando he tenido plegadas he actuado inmediatamente para solucionar el problema.
Problemas puede haber muchos, casi siempre relacionado con vuelos en condiciones duras, o mal estado del parapente. Si se vuela en condiciones normales los vuelos son de los más placentero y relajante. Es impresionante las vistas que se disfrutan y la sensación de libertad que da, y todo cabe en una mochila (muy gorda, pero una mochila al fin y al cabo).
Normalmente la gente piensa que, sobre todo en los despegues, la sensación es de caida al vacío, nada más lejos de la realidad, para mi la sensación es como la de montar en un columpio y moverte suavemente. Los aterrizajes en general son también muy suaves, y con un poquito de experiencia se puede calcular muy bien dónde queremos aterrizar.
Yo, en el caso de que me estuviera planteando probar este deporte, además de contactar con una escuela, me informaría también del precio del parapente, silla, paracaidas de seguridad, y de la vida útil de cada uno de estos elementos. No son nada baratos, y a mi fue lo que me hizo dejar este deporte.
En conclusión, si te llama la atención este deporte pruébalo, pero en condiciones seguras. Seguramente te enganches, como me ocurrió a mi. Luego los límites los pones tú en función de tu pericia y las condiciones. Se puede volar muy, pero que muy tranquilo si las condiciones son buenas. Si arriesgas demasiado o te sobrevaloras puedes tener problemas serios, en caso contrario puedes disfrutar como un enano.
Perdón por la chapa...