LLUISr
Totalwind Fan
ELPERIÓDICO
BARCELONA
La cantante Cesárea Évora, la diva descalza, cuenta en sus canciones que cabo Verde es un lugar concebido más para el amor que para el sufrimiento: Llenas de amor, nuestras manos harán que el verde florezca en la tierra. Pero a veces el amor se convierte en venganza. Y el paraíso, en un infierno.
El despecho parece ser la causa más probable del asesinato de dos italianas en ese país africano. El suceso ha consternado a Italia, ya que 50.000 turistas de este país visitan todos los años el archipiélago, compuesto por nueve islas, en las que viven 500.000 personas.
Se llamaban Dalia Saiani, de 33 años, y Giorgia Busato, de 28. Y fueron lapidadas hasta la muerte el pasado jueves en una playa maravillosa de la isla de Sal. Cuando llegaron los policías y apartaron la arena que las cubría, a una de ellas le quedaba un hilo de vida. Los intentos para reanimarla resultaron inútiles.
Una tercera, Agnese, que había acudido a la isla para celebrar su 18 aniversario, logró huir. A la joven también la apedrearon, pero cayó inconsciente y los asesinos debieron pensar que estaba muerta. El caso es que horas después, ya entrada la madrugada, Agnese logró llegar a pie hasta Santa María, que se encuentra en la otra punta de la isla, y pedir auxilio.
Superviviente del crimen
El testimonio de Agnese fue clave para identificar a los presuntos asesinos. El jefe de Policía de la pequeña isla, Oscar Tavarses, señaló que tres hombres han sido detenidos por su supuesta relación con los asesinatos.
La superviviente declaró que un guía turístico local, Sandro Santus Rosario, de 23 años, tuvo un romance en el pasado con Dalia. Aquella noche, y a petición del joven, habían quedado para recomponer la relación, a lo que la italiana se negó.
Las tres chicas, Sandro y un amigo de este habían decidido cenar juntos en Espargos, la capital de la isla, pero cuando se dirigían hacia el lugar en un vehículo conducido por Sandro, este cambió la ruta y se dirigió hacia Fontona, una playa paradisíaca de la isla.
Según Agnese, Dalia le preguntó el motivo del cambio de dirección, sin éxito. Una vez en la playa, los dos hombres sacaron a las dos amigas a golpes del automóvil y las rociaron con un espray. Después, apedrearon a las jóvenes.
La noticia ha conmocionado a Italia. Giorgia Busato era socia de una agencia de viajes en Verona y había comprado una casa en Sal, donde pasaba largas temporadas ejerciendo como guía turística.
Dalia Saiani era dueña de un establecimiento balneario en la playa de Rávena (noreste italiano). Además, gozaba de gran popularidad, ya que era una campeona italiana de windsurf. Dalia había expresado su intención de mudarse a Cabo Verde. Giorgia y Dalia habían llegado la semana pasada a la isla de Sal, una de las mecas de los amantes del windsurf.
Tras el crimen, Sandro y su amigo acudieron al trabajo con toda naturalidad. Según vecinos del lugar, el joven es una persona seria y nadie se explica lo ocurrido.
La policía local, citada por la prensa italiana, apunta al móvil pasional --la ruptura no deseada de la relación-- como causa más probable del crimen. Al mismo tiempo investiga la vida del guía turístico, del amigo y de otra persona, que ayudó a los dos supuestos autores materiales.
País tranquilo
La Federación Italiana de Agencias de Viajes garantizó a los ciudadanos que Cabo Verde es un lugar seguro. "Lo ocurrido es horrible, pero no tiene nada que ver con el turismo", según afirmó el presidente del organismo Stefano Landi.
El flujo turístico de Italia hacia Cabo Verde aumentó el pasado año un 7,3%. Unos 50.000 italianos la visitaron. Seis vuelos chárter unen semanalmente Italia con el archipiélago. Además, Italia es el primer inversor en el país, con 200 millones de euros (260 millones de dólares) gastados en infraestructuras turísticas e inmobiliarias.
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BARCELONA
La cantante Cesárea Évora, la diva descalza, cuenta en sus canciones que cabo Verde es un lugar concebido más para el amor que para el sufrimiento: Llenas de amor, nuestras manos harán que el verde florezca en la tierra. Pero a veces el amor se convierte en venganza. Y el paraíso, en un infierno.
El despecho parece ser la causa más probable del asesinato de dos italianas en ese país africano. El suceso ha consternado a Italia, ya que 50.000 turistas de este país visitan todos los años el archipiélago, compuesto por nueve islas, en las que viven 500.000 personas.
Se llamaban Dalia Saiani, de 33 años, y Giorgia Busato, de 28. Y fueron lapidadas hasta la muerte el pasado jueves en una playa maravillosa de la isla de Sal. Cuando llegaron los policías y apartaron la arena que las cubría, a una de ellas le quedaba un hilo de vida. Los intentos para reanimarla resultaron inútiles.
Una tercera, Agnese, que había acudido a la isla para celebrar su 18 aniversario, logró huir. A la joven también la apedrearon, pero cayó inconsciente y los asesinos debieron pensar que estaba muerta. El caso es que horas después, ya entrada la madrugada, Agnese logró llegar a pie hasta Santa María, que se encuentra en la otra punta de la isla, y pedir auxilio.
Superviviente del crimen
El testimonio de Agnese fue clave para identificar a los presuntos asesinos. El jefe de Policía de la pequeña isla, Oscar Tavarses, señaló que tres hombres han sido detenidos por su supuesta relación con los asesinatos.
La superviviente declaró que un guía turístico local, Sandro Santus Rosario, de 23 años, tuvo un romance en el pasado con Dalia. Aquella noche, y a petición del joven, habían quedado para recomponer la relación, a lo que la italiana se negó.
Las tres chicas, Sandro y un amigo de este habían decidido cenar juntos en Espargos, la capital de la isla, pero cuando se dirigían hacia el lugar en un vehículo conducido por Sandro, este cambió la ruta y se dirigió hacia Fontona, una playa paradisíaca de la isla.
Según Agnese, Dalia le preguntó el motivo del cambio de dirección, sin éxito. Una vez en la playa, los dos hombres sacaron a las dos amigas a golpes del automóvil y las rociaron con un espray. Después, apedrearon a las jóvenes.
La noticia ha conmocionado a Italia. Giorgia Busato era socia de una agencia de viajes en Verona y había comprado una casa en Sal, donde pasaba largas temporadas ejerciendo como guía turística.
Dalia Saiani era dueña de un establecimiento balneario en la playa de Rávena (noreste italiano). Además, gozaba de gran popularidad, ya que era una campeona italiana de windsurf. Dalia había expresado su intención de mudarse a Cabo Verde. Giorgia y Dalia habían llegado la semana pasada a la isla de Sal, una de las mecas de los amantes del windsurf.
Tras el crimen, Sandro y su amigo acudieron al trabajo con toda naturalidad. Según vecinos del lugar, el joven es una persona seria y nadie se explica lo ocurrido.
La policía local, citada por la prensa italiana, apunta al móvil pasional --la ruptura no deseada de la relación-- como causa más probable del crimen. Al mismo tiempo investiga la vida del guía turístico, del amigo y de otra persona, que ayudó a los dos supuestos autores materiales.
País tranquilo
La Federación Italiana de Agencias de Viajes garantizó a los ciudadanos que Cabo Verde es un lugar seguro. "Lo ocurrido es horrible, pero no tiene nada que ver con el turismo", según afirmó el presidente del organismo Stefano Landi.
El flujo turístico de Italia hacia Cabo Verde aumentó el pasado año un 7,3%. Unos 50.000 italianos la visitaron. Seis vuelos chárter unen semanalmente Italia con el archipiélago. Además, Italia es el primer inversor en el país, con 200 millones de euros (260 millones de dólares) gastados en infraestructuras turísticas e inmobiliarias.
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