Estudio arquitectura, y por la cantidad y el tipo de trabajo, no me considero parte del típico grupo de "los estudiantes". Por ejemplo, la época de exámenes es cuando descansamos, el resto del tiempo vamos puteados con los trabajos, entregas, visitas de obra...
Yo he ido a navegar incontables veces sin haber dormido la noche anterior, y no precisamente de fiesta. Cada vez que alguien "sale" y al día siguiente no navega porque "está hecho polvo", me entran ganas sacarlo de la cama con un jarro de agua fría
La ventaja del arquitecto es que si trabajo como autónomo, puedo hacerme algún hueco en la agenda de vez en cuando. En el último estudio en el que trabajé me dejaban flexible el horario, así que más de una vez llamé a un jefe de obra para decirle:
Hola, ¿Pepe? ... ¿Qué tal todo? ... Oye, que no voy a poder ir hoy a la obra porque me ha salido otro lío urgente ... ¿Habéis montado ya los andamios de la fachada norte? ... Ah, vale. De acuerdo, seguís con lo de la carpintería hoy y si eso mañana ya vemos las muestras, ¿te parece? ... Perfecto, venga, Pepe, gracias ... nos vemos ..."
Con todo, ahora que aún ando libre (sin ataduras
geográficoamorosas), mi sueño es encontrar un trabajo de jornada intensiva en un lugar donde más o menos todas las tardes haya vientecito asegurado. Así trabajo tranquilo, por fin, uf...