Hola. Quería agregar algo mas a la carta anterior a esta, para dar a conocer cosillas de la Lechner, que un principiante-evolucionado va descubriendo (osea, yo).
Sucede que en la navegación de ayer, con mi amigo Robi, descubrí una gran diferencia entre su tabla Starboard Phantom 380 (2005) y la Lechner mía.
Al conocer las semejanzas entre ambas tablas, me dí cuenta porqué hoy me subo con tanto gusto hoy otra vez a mi Lechner.
Le ofrecí a Robi embarcarse en mi Lechner, para su primer toma de contacto con semejante bicho raro que es esta tabla. Pueden imaginar que se lo pensó un poco antes de aceptar, porque eso de subirse a una Lechner con solo 5 nudos, puede hacerte muy dificultosa la navegación, y se nota que drizar una vela de 9,5 de raceboard será seguro un dolor de cabeza. El casco de la Lechner lo dice todo ...
Sorpresa, o mérito; Robi a la primera la navegó sin caerse en una ceñida envidiable ... no es tan rara esta tabla. Luego de un par de bordos, y alguna caída de la vela con su "detalle" al drizarla, le pareció una experiencia interesante, aunque no le convenció el "ejercicio" realizado. Osea, se queda con su Starboard Phantom 380 tan feliz como siempre.
Ahora viene mi parte: yo le seguí a Robi con su Starboard 380, y he de decir que es una máquina !! ligera, rápida, ceñidora, y ....ESTABLE. Muy "cómoda", la verdad. Segurísima diría. Y ahí está la cosa que me dice que una Lechner es inolvidable. Que es una EXPERIENCIA (como dice Mc Donalds de sus hamburguesas). La Lechner me exige concentración, más aún si voy sin orza, a cambio de unas prestaciones que una raceboard no puede dar. La Lechner es una academia del equilibrio, es una aventura.
Creo que lo he dicho todo.
Si tienen un amigo con una Lechner, ése es un buen amigo, acérquence más a él, y naveguen juntos (intercambiando tablas, claro).