Bueno, te puedo contar yo una historia algo parecida...
(AVISO: a continuación viene la típica batallita náutica, con exageraciones incluidas, como tiene que ser...).
A mi me ocurrió con sólo 7 metros y tabla de 140 litros, pero aun así las pasé canutas.
El caso es que iba yo en plan socorrista, y al final terminé yo socorrido.
Fue un día en el que había un lebechazo brutal para material de olas (raro en Santiago de la Ribera), asi que estábamos unos cuantos navegando con material pequeño, cuando de repente la cosa se quedó casi en calma chicha.
Tuve la "suerte" (o mala suerte, según se mire) de estar justo al lado de la orilla cuando pegó el bajón, por lo que pude llegar y cambiar a algo más grande. Por suerte tuve la prudencia de no sacar 9 metros, y opté por algo intermedio con lo que me pudiera mantener a flote si seguía asi, pero aguantar si volvía a soplar.
El caso es que decidí salir en busca del resto de la gente, ya que iban con tabla de olas y con el viento que había tenían que estar practicando más submarinismo que windsurf, asi que mi idea era localizarles y ver si podían llegar o si no mandar a alguien a buscarles.
Estaba por tanto buscando por todas partes, por lo que me adentré mucho y, justo cuando estaba en todo el centro del Mar Menor (yo creo que más lejos no podía estar de la costa), ocurrió lo inesperado... súbitamente el viento roló 180º y, en cuestión de 2 minutos, se metió el mayor levantazo que haya presenciado en toda mi vida.
Eso era una completa locura... nunca había visto el Mar Menor así, rugiendo y soltando rociones de espuma. Durante un momento conseguí navegarlo pasadísimo hasta que me cai por pura necesidad.
Subirme a la tabla era imposible... en cuanto levantaba la vela lo más mínimo para el waterstart, ésta se me arrancaba de las manos y salía disparada hacia sotavento. Tras muchos intentos opté al final por drizar... tras muchos esfuerzos terminé cayéndome al agua y entonces... todo el material salió volando!!!!
Ahí se me pusieron de corbata, ya que me vi en medio del mar sin una tabla en la que apoyarme, sin neopreno, cerca del atardecer...
El caso es que nadé como nunca he nadado en mi vida, hasta que conseguí recuperar el material, que había dado unas cuantas vueltas volando cual sombrilla playera. En ese momento tuve claro lo que tenía que hacer: agarrarme fuertemente a los footstraps, y esperar pacientemente a que apareciera alguien o bien se calmase un poco el viento.
Pero ninguna de las dos cosas ocurría... empezaba a anochecer, y ahí seguía yo sólo, sin ningún barco a la vista, y sin posibilidad de subirme a la tabla sin arriesgarme a empeorar la situación. Finalmente apareció un barco en el horizonte, y le pegué todos los gritos que pude hasta que, milagrosamente, me vieron y vinieron a por mi.
Pero aquí no acaba la cosa... cuando ya estaban más o menos cerca, de repente el barco empezó a alejarse a la deriva.
Ahí ya me desesperé bastante, ya que me había relajado al ver que venían a buscarme, y mi cuerpo no estaba preparado para volver a verse en esa situación. Más tarde me enteré de que al barco se le había estropeado el motor (
), pero que pudieron llamar por radio para que vinieran a buscarnos a ambos.
Finalmente, con el sol ya puesto hacía rato, apareció un barco grande (la cosa no estaba como para hacer rescates en bote...) que venía a recogerme desde el club de regatas gracias a la llamada de radio.
La anécdota no acaba aquí, ya que me dijeron que subiera al barco por la popa y, justo antes de hacerles caso se me encendió la bombilla y les dije: "oye, no será mejor que apaguéis antes el motor?". Una vez apagado el motor, subí por la popa, con la mala suerte de que metí el pie en la hélice y me hice un buen corte. Supongo que no hace falta que os diga lo que habría pasado si no les llego a pedir que apagasen el motor...
Al día siguiente escuché a un marinero decir que se habían metido 50 nudos
, pero realmente no creo que llegase a ser tanto, más que nada porque me cuesta creer que hubiese sobrevivido.
En fin, que esta es mi historia (bueno, una de tantas...), y mi consejo aquí, pues no sé... por una parte está claro que, como dice petabyte, es importante tranquilizarse y no agotarse, y por otra quizá que cuando ves que la cosa no tiene solución, no intentes solucionarlo por las bravas porque seguramente empeorarás la situación.
Por cierto, alguien conoce algún truco bueno para salir de este tipo de situaciones? (algo aunque sea radical, en plan rajar toda la vela para llevar menos superficie, o algo así
).