El joven deportista, que resultó herido, recibió la sacudida cuando el mástil de la vela pasó por debajo de un poste del tendido eléctrico de 30 kilovatios
J. L. SARDINA/ORZALES
LOS PROTAGONISTAS. Etelvina Ruiz y Jorge Carrasco. / J. L. S.
Jorge Carrasco Estébanez, un joven deportista, resultó herido el pasado sábado al sufrir una descarga eléctrica mientras practicaba windsurf en el Pantano del Ebro. La fortuna del chico -al que la sacudida sólo le causó lesiones en un pie- y la valentía de una vecina de la zona -que acudió en una piragüa al rescate de la víctima- impidieron que el incidente tuviera consecuencias dramáticas.
El suceso se produjo el sábado. Aprovechando la fuerza del viento Norte, Jorge, que estaba practicando windsurf en el pantano, se dirigía desde las 'Barreras' hasta 'Casablanca' (zonas ambas ubicadas en el municipio de Orzales). Al parecer, mientras el chico se deslizaba con su tabla el mástil de la vela (de 4,6 metros de altura) se aproximó a un tendido eléctrico de 30 kilovatios provocando una descarga eléctrica que lanzó a Jorge al agua, a más de tres metros de la tabla de windsurf.
«No perdí la conciencia», dice, «pero de la cintura para abajo no tenía ninguna sensibilidad, no notaba las piernas».
Él no recuerda «haber gritado» pidiendo auxilio. Su salvadora sí. Etelvina Ruiz González, vecina de la localidad y también aficionada a los deportes acuáticos, presenció el accidente. «Me quedé bastante preocupada porque pensé que le había pasado algo grave», así que rápidamente «llamé al 112, expliqué lo sucedido y pedí ayuda lo más rápido posible».
Al rescate
Consciente de que la ayuda solicitada iba a tardar en llegar, 'Etel' corrió a por su piragua, la echó al agua, se montó y acudió en busca de Jorge, al que subió a la embarcación y llevó a la orilla algunos minutos antes que llegaran los equipos de rescate.
Una vez en tierra, el windsurfista fue atendido y evacuado al Hospital Campoo, donde le fueron apreciadas quemaduras de segundo grado en el pie derecho, pérdida de masa muscular en esa zona y, además, la posible rotura de uno de los dedos, lesiones todas ellas por las que estos días continúa sometiéndose a diferentes revisiones médicas.
30 kilovatios
La empresa Enel-Viesgo -que no se pronunció sobre este suceso- aseguró ayer a este periódico que esta línea parte de la Subestación de Reinosa y finaliza en las instalaciones del Trasvase del Ebro, alimentando con 30.000 kilovoltios las bombas que lanzan el agua desde el Pantano del Ebro hasta el Pantano de Alsa.
La Confederación del Ebro ha enviado desde 2001 varios escritos a la compañía eléctrica solicitando el cambio de este tendido a zonas donde el agua no llegue para evitar accidentes de este tipo.
