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Un video de Speed Climbing de Dan Osman subiéndose a una pared vertical de 120 m de altura (400ft), sin cuerda y a toda ostia !!! .
Flipad a lo que hace a medio camino ...
y otro tirándose al vacio :
mirad el final ... que pasada de salto.
La peña esta loca ... que sonados ...
Aquí su biografía:
http://edicionesdesnivel.com/revistas/D154/danosman.htm
Flipad a lo que hace a medio camino ...
y otro tirándose al vacio :
mirad el final ... que pasada de salto.
La peña esta loca ... que sonados ...
Murió el 23 de noviembre de 1998. Amaneció frío y gris. Los dos decidieron esperar hasta última hora del día para reducir la posibilidad de que los rangers se enteraran e impidiesen su salto. Era tarde cuando por fin Dasher se precipitó al vacío y sintió los nueve segundos de caída libre y la velocidad en su cuerpo. Una vez abajo, ató una cuerda auxiliar de 4 mm al extremo de la que había usado para saltar, y emprendió el regreso por la línea de cuerdas fijas hasta la cumbre, donde Dano esperaba.
Cuando llegó, Dano había estado inspeccionando la línea de salto y en vez de los siete metros y medio que hasta entonces habían ido progresando en cada salto, sumó esta vez 22 más. Para alargar la caída, escogió un punto diferente desde donde saltar. Una tormenta se aproximaba, y Dano sentía que ésa sería su última oportunidad de realizar un salto desde la Leaning Tower. La oscuridad y una débil lluvia comenzaban a cubrirles. Dasher percibió un cierto aire de urgencia en los preparativos, y algo de incertidumbre por su parte. Le pareció que Dano sentía una especie de amenaza. Llamó a sus amigos de Tahoe para que pudieran compartir su entusiasmo, dándoles la opción de vivir en directo lo que serían sus últimos pensamientos. Les dijo que desde su nuevo punto de lanzamiento, tendría que pasar sobre la cuerda auxiliar (una línea estática usada para recuperar la cuerda hasta la cima tras el salto) en vez de por el lado como en los saltos previos. Justo antes de lo que Dano llamaba "el momento de la elección", el viento sopló desde el oeste. Dano dejó escapar una risa salvaje, y contó bien alto "Tres, dos, uno", y luego gritó "¡Ya!". Desde el otro lado del teléfono los amigos de Dano escucharon el silbido del viento cuando se aproximaba a la velocidad terminal, y después nada.
Aquí su biografía:
http://edicionesdesnivel.com/revistas/D154/danosman.htm