swisssurfer
Usuario
Hola a todos,
Es la primera vez que me animo a participar en el foro más allá de las compraventas de material para compartir con vosotros una experiencia bastante nefasta pero que tuvo un final feliz.
El pasado sabado estaba navegando en La Ermita (spot situado debajo del cabo de santa pola en Alicante) con viento de lebeche de 20 nudos con JP FW 85litros y 5 metros de vela. A las dos horas de estar en el agua, más o menos eran las 6 de la tarde, el viento bajó y salí a cambiar vela por una flamante NP Excess 6.4 (dos usos). Me imagino que trivio debe conocer bien este spot.
Cuando estaba a 2 km de la costa escuche como una explosión y me encontre con que se había roto el tope de la vela de arriba (esa pieza gris de plastico que llevan las NP y que se inserta en el mastil) y la vela se había desmontado casí por completo. Despues de 20 minutos, donde primero intenté regresar navegando, despues desmonte el material y trate de nadar encima de la tabla con el aparejo desmontado, al darme cuenta que cada vez estaba más lejos de la orilla, decidí abandonar el aparejo y nadar encima de la tabla. Dos horas más tarde llegué a la playa totalmente exhausto. Sali como tres o cuatro kilometros más abajo de donde habia entrado. Allí un colega al que estoy totalmente agradecido me esperaba para llevarme al sitio de partida y me estuvo vigilando todo el tiempo que estuve en el agua por si había que llamar a salvamento marítimo.
La aventura acabo bien pero me ha hecho replanteaeme muchas cosas, que son básicas pero que no se piensan hasta que te encuentras flotando en medio del mar. Igual pueden seros de ayuda:
- No navegar nunca sólo. Fue de gran ayuda saber que había alguien vigilándome.
- No navegar muy lejos de la costa, realmente las condiciones eran iguales a 500 metros de la orilla y la vuelta habría sido mucho más facil.
- Dejar de navegar dos horas antes de la puesta de sol. Uno de mis mayores temores era que se hiciera de noche. Al final salí del agua a las 8:30.
- Por último, estoy casi seguro que la rotura se debió a que el tope de la vela era defectuoso pero como tuve que dejarla en el mar no hay forma de reclamar nada. En el mar me di cuenta la pieza de plastico gris de marrás había desaparecido.
La aventura tuvo final feliz salvo por el aparejo que perdí.
Ramón
Es la primera vez que me animo a participar en el foro más allá de las compraventas de material para compartir con vosotros una experiencia bastante nefasta pero que tuvo un final feliz.
El pasado sabado estaba navegando en La Ermita (spot situado debajo del cabo de santa pola en Alicante) con viento de lebeche de 20 nudos con JP FW 85litros y 5 metros de vela. A las dos horas de estar en el agua, más o menos eran las 6 de la tarde, el viento bajó y salí a cambiar vela por una flamante NP Excess 6.4 (dos usos). Me imagino que trivio debe conocer bien este spot.
Cuando estaba a 2 km de la costa escuche como una explosión y me encontre con que se había roto el tope de la vela de arriba (esa pieza gris de plastico que llevan las NP y que se inserta en el mastil) y la vela se había desmontado casí por completo. Despues de 20 minutos, donde primero intenté regresar navegando, despues desmonte el material y trate de nadar encima de la tabla con el aparejo desmontado, al darme cuenta que cada vez estaba más lejos de la orilla, decidí abandonar el aparejo y nadar encima de la tabla. Dos horas más tarde llegué a la playa totalmente exhausto. Sali como tres o cuatro kilometros más abajo de donde habia entrado. Allí un colega al que estoy totalmente agradecido me esperaba para llevarme al sitio de partida y me estuvo vigilando todo el tiempo que estuve en el agua por si había que llamar a salvamento marítimo.
La aventura acabo bien pero me ha hecho replanteaeme muchas cosas, que son básicas pero que no se piensan hasta que te encuentras flotando en medio del mar. Igual pueden seros de ayuda:
- No navegar nunca sólo. Fue de gran ayuda saber que había alguien vigilándome.
- No navegar muy lejos de la costa, realmente las condiciones eran iguales a 500 metros de la orilla y la vuelta habría sido mucho más facil.
- Dejar de navegar dos horas antes de la puesta de sol. Uno de mis mayores temores era que se hiciera de noche. Al final salí del agua a las 8:30.
- Por último, estoy casi seguro que la rotura se debió a que el tope de la vela era defectuoso pero como tuve que dejarla en el mar no hay forma de reclamar nada. En el mar me di cuenta la pieza de plastico gris de marrás había desaparecido.
La aventura tuvo final feliz salvo por el aparejo que perdí.
Ramón