Pues yo estuve todo el día por Pollensa en la concentración y la verdad es que el viento no fue el idóneo, pero yo disfruto con este tipo de quedadas.
Con la esperanza de que mejorara, monté 8.0 m y salí un rato.
O bien iba parado o una racha terral me lanzaba 5 metros a sotavento de la tabla. Pasaba de no poder con la vela a caerme desventado... y esas dos cosas en cuestión de metros. Fue una pelea constante con el viento y la vela. ¿Eso pone fuerte no?
En fin que no estuve más de 15 minutos y acabé rebentado y encima, para volver a la orilla, parecía que cada vez estaba más lejos. Ceñía por la proa de una barca y al cambiar de bordo para seguir ciñendo hacia la playa la pasaba por la popa.
Le di unas cuantas vueltas a la barca antes de conseguir hacer un bordo en ceñida como Dios manda que me acercara a la playa.
Mi rumbo en ocasiones era totalmente perpendicular a la línea Proa-Popa. No sabía si descojonarme o llorar. Tengo que domar a esta tabla. Lo más deprimente y motivante al mismo tiempo era que cuando pensabas que era por culkpa de las malas condiciones, veías a otros que parecía que navegaban en otro sitio con viento constante y el rumbo que querían.
En fin, tengo un poco más de experiencia y una vez en la Playa, disfruté viendo a lo lejos algunos piques guapos entre los que si sabían.
Para acabar, un poco de agua y merienda en el Bistro con sesión de vídeo y buen ambiente.
La ley de Murphy no se hizo esperar y después de 8 años transportando el material sobre la vaca del coche con unos protectores roñosos, el día que estreno la furgoneta con todo el material dentro, en el sorteo me tocan unos preciosos y nuevos protectores de Bellini.
En cualquier caso, muchas gracias a Bellini a Sail & Surf y a todos los que colaboran en este tipo de actos.
Saludos y a mejorar.